sábado, 13 de junio de 2015

Carlos Peña: Lo que un día fue, mañana será

peña

Peña es un interior muy especial. Único en su especie en la Liga mexicana, con futuro en el viejo continente. Completo en labores defensivas por su fuerza física y capacidad de robo, “Gullit” es demoledor debido a su poderosa zancada y control del balón.

Pieza fundamental del reciente bicampeón  de liga mexicano, el Club León, Carlos Peña es un futbolista único para un país que se interesa solamente en extremos  y delanteros. Su camino, por mentalidad del entrenador mexicano no fue fácil, pero sus características lo han hecho realzarse y dar a conocer su verdadero valor. Posee, además de sus condiciones físicas, técnicas y tácticas, una mentalidad poderosa. Se dice que practicó boxeo desde los trece años, y puede ser cierto,  a juzgar por el punch que supone su presencia y determinación en la cancha.

 
Posición: Interior o 2o Mediocentro. Lo mencionamos arriba, Carlos Peña es un Box to Box. Su labor en ataque y defensa es imprescindible. Se le sitúa junto a un mediocentro defensivo para compartir labores defensivas y poder incorporarse al ataque con más libertad, sin embargo, puede alternar fácilmente las posiciones. Aunque posee características de polivalencia, el mote de Gullit le viene de su cabellera.

Físico: A diferencia de la mayoría de los jugadores mexicanos, Peña posee una corpulencia trabajada. Posee musculatura contundente, un tren inferior fuerte y compensación en el superior. Mide 1.78 m, con una buena zancada y velocidad, aplicando estas características en su modo de juego para tener ventaja. Su capacidad de salto también es notable. La colocación de su cuerpo le permite conducir a velocidad sin siquiera poner en riesgo el balón.

Juego: En labores defensivas, Peña es básico para la presión. Utiliza su poderío físico y recorrido para encimar al conductor del balón, chocándolo y buscando controlar la pelota antes que patearla. Los balones sueltos que paseen cerca de él acaban en su poder. En transición defensiva tiende a dejar huecos a su espalda, lejos de los centrales. Pero ya en fase defensiva su colocación es excelente.de 1.78 m, con una buena zancada y velocidad, aplicando estas características en su modo de juego para tener ventaja. Su capacidad de salto también es notable. La colocación de su cuerpo le permite conducir a velocidad sin siquiera poner en riesgo el balón.

Ya recuperado el balón y cerca de la media cancha, el Gullit es una vía segura de salida. No es mediocentro pasador-organizador, sino que se lanza en carrera (box to box) conduciendo hasta acercarse lo más posible al área contrario. Una vez ahí, cede al balón y continúa moviéndose para abrir huecos, o utiliza su excelente y potente disparo de larga distancia. Esto le hace impredecible y un dolor de cabeza a las defensa rivales. Su progresión además, ha mejorado su definición y lanzado en carrera al área chica es letal por su precisión. Eso sí, no esperemos verle dar un pase filtrado porque de momento no posee esa capacidad.

De frente a la portería no es muy preciso al primer toque, pero con tiempo para decidir y sobre todo tras conducciones decide muy bien. Sus definiciones en dichas situaciones son excelentes, y sus disparos lejanos, peligrosos. En saques de esquina  suele ser una amenaza concreta, aunque no regular. Debido a sus condiciones físicas, suele ser perfecto para atravesar líneas mediante conducciones suicidas, sólo a su alcance.

Técnicamente tiene que mejorar, o quizá utilizar su pase corto, pero para ello quizá lo mejor sería emigrar al fútbol europeo. Es un jugador serio, sobrio, con mucha garra y pundonor que merece la oportunidad. Tras un año para olvidar, a Peña le llega la oportunidad de reivindicarse y volver a aspirar a metas más altas, porque el talento, lo tiene.

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