Peña es un interior muy especial. Único en su especie en la Liga mexicana, con futuro en el viejo continente. Completo en labores defensivas por su fuerza física y capacidad de robo, “Gullit” es demoledor debido a su poderosa zancada y control del balón.
Pieza fundamental del reciente bicampeón de liga mexicano, el Club León, Carlos Peña
es un futbolista único para un país que se interesa solamente en
extremos y delanteros. Su camino, por mentalidad del entrenador
mexicano no fue fácil, pero sus características lo han hecho realzarse y
dar a conocer su verdadero valor. Posee, además de sus condiciones físicas, técnicas y tácticas, una mentalidad poderosa. Se dice que practicó boxeo desde los trece años, y puede ser cierto, a juzgar por el punch que supone su presencia y determinación en la cancha.
Posición: Interior o 2o Mediocentro. Lo mencionamos arriba, Carlos Peña es un Box to Box.
Su labor en ataque y defensa es imprescindible. Se le sitúa junto a un
mediocentro defensivo para compartir labores defensivas y poder
incorporarse al ataque con más libertad, sin embargo, puede alternar
fácilmente las posiciones. Aunque posee características de polivalencia, el mote de
Gullit le viene de su cabellera.
Físico: A diferencia de la mayoría de los jugadores mexicanos, Peña posee una corpulencia trabajada. Posee musculatura contundente, un tren inferior fuerte y compensación en el superior. Mide 1.78 m, con una buena zancada y velocidad,
aplicando estas características en su modo de juego para tener ventaja.
Su capacidad de salto también es notable. La colocación de su cuerpo le
permite conducir a velocidad sin siquiera poner en riesgo el balón.
Juego: En labores defensivas, Peña es básico para la presión.
Utiliza su poderío físico y recorrido para encimar al conductor del
balón, chocándolo y buscando controlar la pelota antes que patearla. Los
balones sueltos que paseen cerca de él acaban en su poder. En
transición defensiva tiende a dejar huecos a su espalda, lejos de los
centrales. Pero ya
en fase defensiva su colocación es excelente.de 1.78 m, con una buena
zancada y velocidad, aplicando estas características en su modo de juego
para tener ventaja. Su capacidad de salto también es notable. La
colocación de su cuerpo le permite conducir a velocidad sin siquiera
poner en riesgo el balón.
Ya recuperado el balón y cerca de la media cancha, el Gullit es una vía segura de salida. No es mediocentro pasador-organizador, sino que se lanza en carrera (box to box)
conduciendo hasta acercarse lo más posible al área contrario. Una vez
ahí, cede al balón y continúa moviéndose para abrir huecos, o utiliza su
excelente y potente disparo de larga distancia. Esto le hace
impredecible y un dolor de cabeza a las defensa rivales. Su progresión
además, ha mejorado su definición y lanzado en carrera al área chica es
letal por su precisión. Eso sí, no esperemos verle dar un pase filtrado
porque de momento no posee esa capacidad.
De frente a la portería no es muy preciso al primer toque, pero con tiempo para decidir y sobre todo tras conducciones decide muy bien. Sus definiciones en dichas situaciones son excelentes, y sus disparos lejanos, peligrosos. En saques de esquina suele ser una amenaza concreta, aunque no regular. Debido a sus condiciones físicas, suele ser perfecto para atravesar líneas mediante conducciones suicidas, sólo a su alcance.
Técnicamente tiene que mejorar, o quizá utilizar su pase corto, pero para ello quizá lo mejor sería emigrar al fútbol europeo. Es un jugador serio, sobrio, con mucha garra y pundonor que merece la oportunidad. Tras un año para olvidar, a Peña le llega la oportunidad de reivindicarse y volver a aspirar a metas más altas, porque el talento, lo tiene.
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